"Génesis" de LOST

Durante milenios y milenios de años ha existido una Isla, que ha guardado una luz misteriosa, una luz que da sentido a la existencia y la vida. Todos nosotros tenemos "parte de esa luz" en el fondo de nuestro ser. Se trata de protegerla, y la tarea ha estado encomendada desde el principio de los tiempos a los seres humanos, a un guardián. Este guardián no envejecería y tendría el poder de elegir a sus propios candidatos para sucederle.

La isla era simplemente el lugar donde la luz de la vida se manifestaba de forma más poderosa. En su corazón se encontraba el núcleo de esa luz, de esa energía. Si alguna vez llegara a desaparecer de allí esa luz, o llegara a desconectarse, el mundo entero se vendría abajo y llegaría el fin de los días para toda la humanidad.
El lugar de la Isla que conectaba con ese núcleo era la Fuente, que canalizaba toda esa energía, con una piedra que ejercía de sello y mantenía como un tapón el constante fluir del agua mezclada con la energía.

Los seres humanos tenían prohibida la entrada a la fuente, y quién incumpliera esta norma se expondría a un destino peor que la muerte.

Nuestra historia comienza cuando una guardían ("Madre"), cansada de ejercer su puesto y de proteger la Isla, elige o "toca" a una mujer embarazada. Pretendía robarle a su hijo, y educarlo para convertirlo en el siguiente guardián. Para sorpresa de "Madre" la mujer tiene a luz dos mellizos. "Madre" les habla de su destino, de su deber de proteger la Isla, pero solo uno de ellos podría ejercer de guardián. Y es aquí cuando empieza la guerra entre los hermanos.

Samuel era un chico curioso, especial, que quería saber de donde provenía y que había más allá de los anchos mares. Esto a Jacob le disgustaba, que era más obediente y bien hecho que Samuel. Quería cumplir con todas las espectativas de "Madre".

Samuel tenía el poder de ver a los muertos, y habla con el espíritu de su verdadera madre, Claudia. Quién le cuenta sobre el mundo del que provenía y de la forma en que murió, apedreada por "Madre". En venganza, Samuel la mata y Jacob lanza a su hermano a la cueva, a la que tenían prohido entrar. Ya que "Madre" había hecho un conjuro que impedía que los hermanos se mataran entre ellos. Samuel, como ya "Madre" les había avisado, tuvo un destino peor a la muerte, se convirtió en oscuridad, su alma se vio arrancada de su cuerpo, se convirtió en Humo negro.

Y mientras Jacob permitía la entrada de nuevos seres humanos a la Isla, Némesis trataba de corromperlos, de engañarlos para que mataran a Jacob y así consiguiera salir de la Isla, y conocer el mundo que tanto anhelaba. Jacob buscaba a candidatos que le recordaran a él, o que fueran tan especiales como lo era su hermano. Mientras hubiera guardián, se haría imposible la salida de Némesis de la isla. Por lo que este intentaría por todos sus medios matar a Jacob, y a todos sus candidatos, de las mil maneras posibles.

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